Cortes y heridas en las patas.
Los perros que caminan suelen tener patas fortalecidas, pero es posible lesionarse al caminar.
Un trozo de vidrio roto o incluso marquesinas de pasto pueden causar cortes en la pata de su perro.
Si su perro se lastimó la pata, querrá que lo revisen de inmediato. Comprueba si hay algo atascado en la pata y retíralo con unas pinzas. Limpia la herida y envuélvela con una gasa y esparadrapo veterinario.
Afortunadamente, los perros son bastante buenos caminando sobre tres patas, por lo que deberían poder volver a casa fácilmente y sin lastimarse más la pata. Si tienes un perro pequeño, considera llevarlo a casa para que pueda descansar sus patas. Consulte este artículo para obtener más información sobre las llagas en las patas y cómo cuidarlas.
Torceduras y esguinces
Si su perro se excita especialmente durante un paseo o le gusta llevarlo a pasear, puede torcerse o torcerse la pierna.
Si su perro comienza a cojear mientras camina o si nota hinchazón alrededor de las patas, es posible que tenga un esguince o una distensión.
Asegúrese de revisar las patas de su perro para asegurarse de que no cojee por algo que haya pisado. Desafortunadamente, no hay mucho que puedas hacer con este tipo de lesión aparte de ir a casa de inmediato y dejar que el perro descanse.
Agotamiento por el calor
Los perros tienen naturalmente una temperatura corporal más alta que los humanos, por no hablar de su pelaje, por lo que son más susceptibles a sufrir un golpe de calor que nosotros.
Si saca a pasear a su perro en un día caluroso, asegúrese de llevar mucha agua para su cachorro y de tomar varios descansos a la sombra para evitar un golpe de calor.
Si tu perro baja el ritmo, jadea o babea excesivamente, es posible que esté sufriendo un golpe de calor. Si es posible, lleva a tu perro a una zona con sombra y dale mucha agua.
También puedes ayudarlo a refrescarse aplicándole una toallita húmeda o agua en el vientre y el cuello. Vuelve a casa inmediatamente y, si puedes, llévate a tu perro contigo.
Nadie quiere ver a su perro lastimado y podría ser aún peor si sucede cuando no estás en casa. En general, si su perro se lesiona durante un paseo, haga todo lo posible por tratarlo y regrese a casa de inmediato.
Si tu perro es pequeño puedes llevarlo en brazos, o si tu perro tiene dificultades para caminar, que alguien te lleve en un coche.
Lleva contigo un botiquín médico en cada paseo, por si acaso, y vigila a tu perro, ya que puede estar ocultando su dolor.
Cuando regreses a casa, recuerda llamar a tu veterinario para comprobar si necesitas llevar a tu mascota contigo.
Con este conocimiento podrás estar seguro y disfrutar de tu entrenamiento sin preocuparte por lo que pueda pasar porque sabrás manejarlo.