3. Sentir la emoción en nuestra voz
Los perros pueden detectar altas frecuencias y sonidos a una distancia cuatro veces mayor que la de los humanos. Sus poderosos oídos son muy útiles cuando los perros sienten nuestras emociones.
Los estudios muestran que responden de manera similar a los humanos cuando se exponen a los sonidos de bebés angustiados. Se alteran visualmente y liberan cortisol, la hormona del estrés, lo que sugiere que comprenden que llorar es un sonido humano negativo.
Un estudio de 2014 encontró que los perros también pueden detectar variaciones de tono y estado de ánimo en las voces de otros perros y personas. Al igual que nosotros, entienden las señales vocales emocionales, que son otro fuerte indicador de que son capaces de sentir empatía.
4. Oler los cambios químicos en nuestro cuerpo.
La nariz de nuestros perros es entre 10.000 y 100.000 veces más sensible que la nuestra, con 300 millones de receptores olfativos frente a los 6 millones que tenemos. Los científicos han comparado su capacidad de olfatear con “captar el olor de una manzana podrida en medio de dos millones de barriles”.
Sabemos que los perros pueden oler cambios químicos sutiles en el cuerpo humano que indican una variedad de condiciones médicas. ¿Pero pueden “olfatear” nuestras emociones?
Investigadores de la Universidad de Nápoles realizaron un estudio para ver si los perros pueden sentir la diferencia entre los olores del cuerpo humano producidos durante la felicidad y el miedo.
A los “donantes de olores” voluntarios se les mostró un vídeo para inducir miedo o felicidad, y se recogió su sudor en hisopos. Luego, los sujetos de prueba caninos fueron expuestos a muestras de “sudor feliz” y “sudor temeroso”.
Ante la presencia de olores aterradores, el ritmo cardíaco de los perros aumentaba y buscaban consuelo en sus dueños. Esto llevó a los investigadores a concluir que los perros no sólo pueden oler nuestro estado emocional, sino que también tienden a asumir esas emociones como propias.
5. Utilizar el factor “Eso”.
Hasta 2019, los científicos no podían explicar cómo los perros percibían convulsiones inminentes en los humanos. No tenían dudas de que podían hacerlo, simplemente no podían precisar lo que los perros veían, oían, olían o sentían para decirles.
Aunque este misterio se ha resuelto, todavía hay algunas formas increíbles en que los perros sienten nuestras emociones que no entendemos del todo. Llámelo sexto sentido o factor “It”.
El ejemplo más sorprendente es la asombrosa capacidad de nuestros perros para detectar a las personas “malas” o con malas intenciones. Todos sabemos que los perros suelen ser excelentes jueces de carácter, pero ¿cómo lo hacen?
La verdad es que los científicos no están muy seguros. Podría ser simple instinto, o tal vez los perros captan la energía nerviosa que irradia estos desagradables personajes.
Lo más probable es que tenga algo que ver con sus increíbles narices. Cuando una persona se comporta agresivamente, la química de su cerebro cambia. Los perros pueden sentir estos cambios y percibir sus intenciones.
Si ese es el caso, ni siquiera nuestros perros podrán salvarnos de un psicópata. Debido a que experimentan menos emociones, es menos probable que la química de su cerebro nos alerte a los perros sobre sus crueles intenciones.
¿Alguna vez tu perro te advirtió sobre una persona peligrosa, te ayudó a detectar un problema de salud o identificó exactamente cómo te sentías? ¡Dinos en los comentarios!
genial
muy bueno el contenido gracias